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El Espíritu del Lobo

Renovación en la Noche de San Juan: Dejando atrás lo viejo, abrazando lo nuevo




Hola queridos lectores del Blog "El Espíritu del Lobo". En vísperas de la mágica noche de San Juan, me gustaría compartir con ustedes un episodio de mi vida, lleno de emociones, espiritualidad y, por qué no decirlo, algo de humor. Espero que, a través de mis palabras, puedan encontrar inspiración y una visión positiva incluso en los momentos más oscuros.

Ayer, durante la noche más mística del año, decidí hacer un ritual que simboliza la renovación, el cambio y la purificación. Esta noche tan especial, en la que se dice que se queman las viejas penas para dejar lugar a la alegría, es una oportunidad perfecta para soltar lo que ya no nos sirve y abrirnos a lo nuevo. Pero, como a veces sucede con los rituales, este resultó tener un giro cómico que no esperaba.

Viviendo en una casita en medio de la ciudad, no tenía a mi disposición una hoguera al aire libre, así que tuve que improvisar. Me senté frente a mi chimenea, sostuve una carta en la mano que representaba todo lo que quería dejar atrás, y justo cuando estaba a punto de lanzarla a las llamas, mi perro, Dallam, decidió que era el momento perfecto para mostrar sus habilidades de caza. Con un salto rápido, logró atrapar la carta en el aire, ¡convirtiendo mi ritual solemne en una absurda escena de persecución de perro!

Finalmente, después de recuperar mi carta y tranquilizar a Dallam, quemé la carta, viendo cómo las llamas consumían mis viejas penas y temores, convirtiéndolos en cenizas y dejándome con una sensación de paz y liberación.

El significado de este ritual cobró aún más relevancia en la luz de un reciente capítulo de mi vida. Actualmente, me encuentro en medio del proceso de despedirme de la casa que una vez compartí con mi sobrino. Este joven de 43 años, tristemente, no ha demostrado ser una presencia de apoyo en mi vida. Durante el tiempo que convivimos, no sólo me despreció con palabras, sino que también me acusó injustamente de ser una "ratera", alegando que todo en la casa le pertenecía a él. Todo esto solo porque decidí dar un paso atrás, por el bienestar de ambos, a pesar de que yo era quien sostenía financieramente la casa y también cuidaba a mi madre en vida, sin recibir de él una mano amiga.


Sí, estoy dejando una casa, y todo lo que en ella se encuentra. Sin embargo, lo que realmente estoy dejando atrás es una relación que se había tornado tóxica y dolorosa. A pesar del dolor que esto pueda causar, he optado por ver este cambio como una ventana abierta hacia un nuevo comienzo, una oportunidad para reinventarme y cultivar una vida repleta de positividad y autoamor. Quiero compartir esta experiencia para recordarles que siempre es posible alejarse de las situaciones que nos lastiman. A veces, las personas que creemos que nos aman o nos respetan pueden actuar de formas que no son saludables ni justas. En esos momentos, debemos recordar nuestro valor y nuestra dignidad. Como la noche de San Juan, podemos quemar nuestras viejas penas y abrirnos a nuevas oportunidades.

Espero que, al igual que yo, ustedes también puedan encontrar la fuerza para alejarse de las relaciones tóxicas y abrirse a un futuro lleno de amor, respeto y felicidad. Recuerden, cada final es un nuevo comienzo. En la mágica noche de San Juan, liberémonos de las cadenas del pasado y abracemos las promesas del mañana.

Les mando un abrazo lleno de calor y amor, esperando que encuentren en sus vidas las llamas de la renovación y el renacimiento que promete la noche de San Juan.

Para cerrar esta historia, quiero compartir con ustedes un pequeño anécdota.


Después de todas las emociones y la limpieza espiritual de la noche, me encontré sentada frente a la chimenea con Dallam a mi lado. La casa estaba en silencio, la única luz provenía de las brasas que aún brillaban en la chimenea. Mirando esas brasas, pensé en todo lo que había dejado atrás, en todo lo que había quemado esa noche. Sentí una especie de vacío, pero era un vacío tranquilo, pacífico. Era el espacio que había dejado para lo nuevo, para lo positivo.

Luego, en ese momento de quietud, Dallam hizo algo inesperado. Saltó de mi regazo y empezó a jugar con algo en el suelo. Al acercarme, vi que era un pedazo chamuscado de la carta que había intentado quemar horas antes. Parecía que Dallam había rescatado una pequeña parte de la carta del fuego.

Al principio, me sentí desconcertada, pero luego me di cuenta de que esto era un recordatorio de que incluso cuando dejamos atrás las cosas que nos hieren, siempre habrá una parte de ellas que nos acompañará. No en un sentido dañino, sino como un recordatorio de lo que hemos superado y cómo nos hemos fortalecido.

Esa pequeña pieza de carta, ahora chamuscada y arrugada, es mi recordatorio de que puedo enfrentar cualquier adversidad y salir adelante. Me recuerda que tengo la fuerza para alejarme de lo que me daña, y la valentía para abrirme a nuevas oportunidades y experiencias.

Así que aquí estoy, preparándome para esta nueva etapa de mi vida, con una mano delante y otra detrás, lista para enfrentar lo que venga. En esta noche mágica de San Juan, les deseo a todos la fortaleza para quemar lo viejo, atraer lo nuevo y siempre recordar que cada final es un nuevo comienzo.

Así que, queridos lectores, cuando se encuentren frente a su propia chimenea, real o simbólica, piensen en las cosas que quieren dejar atrás. Quemen sus cartas, libérense de las cadenas y abracen el futuro. Y si, como a mí, les queda una pequeña pieza chamuscada de su pasado, manténganla como un recordatorio de su fuerza y coraje.

Recuerden, cada uno de nosotros tiene el espíritu de un lobo dentro de nosotros, dispuesto a aullar a la luna y correr libre en la noche. Así que aúllen, corran y sean libres. En la mágica noche de San Juan, y en todas las noches que vengan.

Por cierto, queridos amigos que me acompañan, estoy tan agradecida de que hayan pasado este tiempo conmigo, compartiendo mis pensamientos y mis experiencias. Siempre valoro sus comentarios y sus perspectivas, así que por favor, no duden en dejarme un mensaje aquí en el blog o en mis redes sociales. Siempre es un placer escuchar de ustedes y saber que mis palabras pueden resonar de alguna manera en sus propias vidas.

Si se encuentran en un momento de sus vidas donde sienten la necesidad de apoyo, o si están buscando formas de fortalecer sus áreas de oportunidad, les invito a que visiten mi página de Cursos y Talleres. www.jpmcoaching.com


Estoy preparando una variedad de recursos disponibles para ayudarte en tu camino de crecimiento personal y espiritual.

Para aquellos que necesiten una ayuda más personalizada, también ofrezco terapias individuales. Creo firmemente en el poder de la terapia y de la técnica de EFT para ayudarnos a entender y superar nuestras dificultades, y estaría honrada de acompañarles en ese camino si así lo desean.

En esta noche mágica de San Juan, y en todas las noches que vendrán, les deseo lo mejor. Recuerden siempre su valentía, su fuerza y su capacidad para atraer lo nuevo y positivo en sus vidas.

Y recuerden, cada uno de nosotros tiene el espíritu de un lobo dentro de nosotros, dispuesto a aullar a la luna y correr libre en la noche. Así que aúllen, corran y sean libres.

Hasta la próxima, mis queridos amigos y lectores. Les envío amor, luz y bendiciones.

Con cariño, Julia Perellón M.

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